Roland ya tenía un plan aproximado del futuro sistema de seguridad pública para su territorio.
En la actualidad, el pueblo tenía una población de unos veinte mil. Además de los nativos locales, también había personas que habían inmigrado desde la Fortaleza Longsong, así como los refugiados que escaparon de la Región Oriental. Cuando los mensajeros enviados por Barov regresaran, ellos podrían ya traer a gente del norte o del sur del reino y como resultado complicarían aún más las culturas que conforman la población. Con todas las morales diferentes, los conflictos como el que había sucedido hoy se volverían cada vez más comunes.
Por lo tanto, necesitaría establecer un sistema de seguridad pública para separar la tarea del Primer Ejército de patrullar la violencia interna y externa. Ya había pensado en este tema antes, pero no había pensado en nada definitivo debido a la poca cantidad de personal que tenía. Sin embargo, ahora que tenía al Primer Ejército para luchar contra las bestias demoníacas y la población estaba creciendo muy rápidamente, había llegado el momento de implementar su plan.
Al formular e interpretar las leyes él mismo y llevar a cabo juicios por delitos mayores, sería la primera y también la última instancia; la seguridad pública capturaría criminales de acuerdo con la ley y, al mismo tiempo, resolvería disputas civiles. La Oficina de Seguridad sería responsable de mantener la pureza del sistema y de prevenir eficazmente la corrupción de éstos, también usaría personal de seguridad pública para llevar a cabo las operaciones de eliminación de la corrupción y de esa manera ahorrar recursos humanos. Este fue el esquema para el sistema de seguridad de Roland.
La situación ideal sería si primero intentara ejecutar el sistema de seguridad en el Pueblo Fronterizo, y para cuando estableciera el Pueblo Fronterizo como ciudad el próximo año, expandiría el sistema a todo el Territorio Occidental.
Para entonces, sin importar si se trataba o no del territorio autónomo del Señor, todos tendrían que implementar el mismo conjunto de leyes y aceptar el gobierno de un departamento unificado. Sólo él podría estar por encima de la ley.
Como el noble más poderoso del Territorio Occidental, Roland sabía que no era realista decir que todos eran iguales ante la ley, ni podía abolir la aristocracia. Pero al menos podría asegurarse de que el sistema tradicional de reinos feudales ya no existiera en su ciudad. Si quisieran obtener la protección del Territorio Occidental, tendrían que entregar su poder de autogobierno.
En cuanto al jefe del Ministerio de Seguridad Pública, Roland ya tenía en mente a la persona adecuada para ello.
Alguien lleno de un fuerte sentido de la justicia además de no ser pedante, Carter Lannis sería una elección adecuada.
*
Cuando Vader regresó tropezando a su residencia temporal, el anciano Kukasim salió a darle la bienvenida.
“Tú… olvídalo.”
“Es tolerable.” Gruñó Vader. “Su Alteza sólo me sentenció con un castigo de diez latigazos.”
“Deja que eche un vistazo.” Dijo Kukasim con entusiasmo.
“Vuelve a la casa.” Dijo Vader mientras entraba en la casa, donde el calor de su interior disipó inmediatamente el frío que sentía en su cuerpo. Al cerrarse la puerta, parecía como si el interior y el exterior fueran dos mundos completamente diferentes. En comparación con los cobertizos de madera de antes, que dejaban pasar el viento y la lluvia, esta casa de barro algo baja y estrecha daba a la gente una sensación de confort.
Así es, los lugareños parecen llamar a esta casa ‘cuevas-vivienda’.
El viejo le dejó acostarse sobre el kang, y cuando le arrancó la ropa en la espalda a Vader no pudo evitar aspirar una bocanada de aire frío.
“Tu espalda está cubierta de sangre, iré a buscar ceniza para cubrirla.”
“Espera, no es necesario. Sólo queda sangre seca de después de la tortura, la sangre ya ha dejado de fluir hace mucho tiempo.” Tuvo que detenerse repetidamente mientras hablaba. “El Señor Caballero ha dicho que sería mejor mantenerla abierta así y esperar dos o tres días para que la herida se haya curado.”
“¿Dos o tres días?” Kukasim agitó la cabeza temerosamente: “No, hijo, para entonces ya habrás caído en fiebre alta y tu espalda se hinchará como una pelota. Aunque tengas un cuerpo fuerte, necesitarás al menos una semana para recuperarte. Tú más que nadie deberías ser consciente de lo que pasa cuando una enfermedad estalla.”
“Puede que no lo creas.” Se lamió los labios secos. “Pero no siento mucho dolor por las heridas de mi espalda. Por el contrario, siento una sensación de frescor y picor, que es una señal de que se está curando. Cuando terminaron de azotarme me echaron un cubo de agua en la espalda…”
“¿Agua salada?” El viejo frunció el ceño.
“Al principio, pensé lo mismo, pero la quemadura que esperaba no llegó.” Se rió Vader dos veces. “El Caballero que ejecutaba la pena dijo que esto puede eliminar todos los microorganismos causantes de enfermedades. Si quiero dejar que mis heridas sanen rápidamente, no debería hacer nada superfluo con ella, y dejar que se seque.”
“¿Cuáles son esos micro… organismos causantes de enfermedades?”
“Microorganismo.” Rizó sus labios. “Quién sabe lo que son, muy probablemente algo relacionado con esas brujas.”
El viejo bajó la cabeza, y después de mucho tiempo volvió a abrir la boca: “No deberías haber dado un paso adelante por mi culpa, si sólo son palabras, todavía es soportable…”
“Si tuviéramos que seguir soportándolo, tendríamos que sufrir bajo un tratamiento aún más severo. Conozco a esa clase de personas, tienen la moralidad y la apariencia similar a muchos de los nobles que viven en la Ciudad Rey.” Escupió Vader. «He oído que en esta zona, la nieve durará varios meses, pero el dinero que tenemos no durará hasta entonces.” Se detuvo. “Y… también escogí deliberadamente ese momento para pegarle.”
“¿Causado, deliberadamente?” Preguntó Kukasim incrédulo.
“Sí. Después de todo, el Príncipe siempre aparecerá en el lado oeste de la muralla del pueblo a esa hora del día. Como había prometido darnos comida gratis, debe odiar este tipo de comportamiento que está dañando su reputación. Por lo tanto, esta era también la manera más eficaz. Si hubiéramos causado una simple pelea, no sería seguro que llegara a los oídos de Su Alteza. Después de todo, Kohya Harvie podría haber recibido instrucciones de otros. Así que si alguno de los oficiales del Ayuntamiento quisiera suprimir noticias sobre esto, carecería de sentido sin importar lo que dijéramos.”
“Pero también podría haber sido instruido por Su Alteza…”
“La posibilidad de que este fuera el caso era muy baja. Si Su Alteza Real quisiera ahorrar su dinero, las tres comidas que prometió se reducirían a dos. Además, he preguntado por él de antemano y no importa si son los residentes locales o esos siervos, todos alaban la bondad y sabiduría de Su Alteza.” Dijo Vader, sonriendo con orgullo. “Verás, no estaba apostando ni nada de eso, ¿verdad?”
“Originalmente… así es como es.” El viejo suspiró aliviado. “Parece que ya lo has considerado todo.”
Pero también había una parte que no había adivinado, pensó Vader, que era la pena.
Al haber trabajado durante diez años como oficial de patrulla en Valencia, tenía una profunda comprensión de la fealdad oculta bajo la apariencia glamorosa de la ciudad. Había más de una docena de nobles que habían usado su poder para chantajear, incluso entre las filas de las patrullas. Por lo tanto, no había mucha necesidad de que quisiera castigar a estos nobles.
La reacción de Su Alteza Real había sido básicamente la misma que había esperado, solo que la cantidad de castigo estaba más allá de sus expectativas.
En este tipo de circunstancias, los Señores que se preocupaban por su reputación habrían gobernado al supresor como la parte inocente, pero él en cambio había castigado a todos. Parecía que a Su Alteza le importaba más el sistema que su reputación.
Para un Señor, acostumbrado a hacer lo que quisiera con sus súbditos, esto era algo que raramente se veía.
“¿Qué vas a hacer ahora?” Preguntó el viejo tras un momento de silencio.
“Como dijo el Señor Caballero, descansaré dos días, luego continuaré como antes, y ayudaré a esos tipos que llevan esas extrañas armas a entregar víveres.”
“Podrías haber vivido una vida decente junto con los artesanos en la ciudad interior.”
“Pero sería imposible para ti entrar, Kukasim. Así que deja de hablar de esto.” Dijo Vader moviendo la cabeza. “Me niego a dejarte atrás.”
Este anciano no era ni su familia ni su superior. Hace medio año, el otro seguía preso en prisión. Todo el mundo sabía que el viejo había sido empujado por las ratas callejeras para que actuara como chivo expiatorio, pero este asunto aparecía con demasiada frecuencia que la patrulla se había vuelto demasiado perezosa para darse cuenta de ello. Más tarde, cuando un grupo de piratas saqueó Valencia, Vader había creído que moriría en medio de la agitación, pero en ese momento crítico, el anciano escondido dentro de la prisión lo había cubierto con sus apestosas sábanas que al final le permitieron afortunadamente escapar.
Vader no esperaba ser salvado por uno de esos prisioneros a los que normalmente no quería mirar. Pero en ese momento, finalmente había llegado a comprender que no había diferencia esencial entre la forma en que actuaban y la repugnante nobleza.
Las otras dos personas en la habitación conocían la identidad de Kukasim, pero como él lo cuidaba no se atrevieron a tocarlo. Sin embargo, en caso de que se fuera, ciertamente tratarían de causarle problemas al viejo.
“No te preocupes, todo estará bien.” Vader palmeó los hombros de su contraparte.
Dos días después, se enteró de la noticia desde la ciudad interior de que Su Alteza estaba reclutando gente para los puestos de seguridad pública.