Hu Han estaba allí, la duda parpadeaba en sus ojos. Los Ancianos de la Secta de los Nueve Demonios que entraron corriendo tras él también detuvieron sus acciones mirando la extraña escena.
“Soberano.” Se acercó Su Meimei. “Esta situación no está bien.”
Hu Han asintió de acuerdo. También sentía que las cosas no estaban bien.
Sin embargo, en ese momento, sonó una fuerte explosión. Cuando Hu Han y los Ancianos miraron hacia atrás, descubrieron que las puertas por las que habían pasado estaban cerradas herméticamente. La expresión de todos se tensó ante las circunstancias inciertas.
“Soberano Hu Han y Ancianos de la Secta de los Nueve Demonios, bienvenidos a la Secta Magos del Cielo. Si nos hubiesen avisado antes, habríamos preparado un banquete por adelantado para su llegada.” En ese momento, sonó una voz.
Hu Han y los Ancianos buscaron el origen y vieron a un joven de cabello negro saliendo del salón interior. Detrás de él estaban Chen Xiaotian, Geng Ken y una camada de Ancianos de la Secta Magos del Cielo, pero lo que más los conmocionó fue que además estaba el Decano Jiang Tianhua y el Diputado Cui Ming de la Escuela de la Golondrina de Sangre entre ellos.
Ante el grupo de impactados Hu Han y Ancianos de la Secta de los Nueve Demonios, Huang Xiaolong ingresó al salón principal, dirigiéndose directamente al trono, mientras que Chen Xiaotian y Geng Ken se ubicaban humildemente un escalón por debajo y a su lado izquierdo, mientras que el Jiang Tianhua y su grupo al lado derecho.
Hu Han y Su Meimei intercambiaron una mirada, cada uno reflejando el asombro del otro.
Después de sentarse, Huang Xiaolong echó un vistazo a Hu Han y Su Meimei antes de decirle a Chen Xiaotian: “Traigan a Hu Sheng.”
“¡Sí, Joven Señor!” Contestó respetuosamente Chen Xiaotian.
¡¿Joven Señor?! Otra gran ondulación surgió en los corazones de Hu Han y Su Meimei al escuchar cómo se referían al joven de cabello negro como Joven Señor. Mientras estaban conmocionados, Chen Xiaotian hizo una señal con sus manos para que la gente trajera a Hu Sheng al salón principal.
Momentos después, dos Ancianos de la Secta Magos del Cielo arrastraron a Hu Sheng al salón. En ese momento, sus brazos ya estaban cortados, su cabello hecho un desastre, con sus ojos hundidos, uno apenas podía encontrar un lugar no cubierto de sangre.
Viendo el miserable estado de su hijo, la intención de matar de Hu Han aumentó, sus oscuros y vengativos ojos ardían con intensidad.
“¡Padre, sálvame, sálvame rápido, rápido, sálvame!” Siendo conducido bruscamente y traído al salón principal, Hu Sheng gritó frenéticamente una vez que vio a Hu Han. Debido a que sus meridianos fueron sellados por Huang Xiaolong, no tenía fuerzas para deshacerse de los dos Ancianos de la Secta Magos del Cielo.
“¡Libera a mi hijo!” Hu Han se enfrentó a Huang Xiaolong, mordiendo cada palabra con furia. Una capa de hielo comenzó a extenderse bajo sus pies; hielo del color púrpura oscuro, brillando con una luz espectral.
Era como si Huang Xiaolong no viera el hielo púrpura oscuro extendiéndose. Habló con calma, como si todo fuera normal. “¿Liberar a tu hijo? Se puede hacer.”
Hu Han estaba perplejo.
Huang Xiaolong continuó: “Mientras puedas dejar este salón principal.”
“¡Tú!” La furia de Hu Han explotó a través de sus ojos, pero a su lado sonó un grito. El inesperado grito lo envió a él y a Su Meimei a una perdida momentánea. Cuando se voltearon a mirar, lo que los saludó fueron varios destellos de luz fría dirigidos hacia ellos. Alarmados, lidiaron rápidamente con los ataques y saltaron fuera del camino.
Cuando Hu Han y Su Meimei vieron con claridad los rostros de los atacantes, la furia eterna pareció arder dentro de sus ojos.
“Fan Hai, ¿qué estás tratando de hacer?” Los que los atacaron no habían sido nada menos que los Ancianos de la Secta de los Nueve Demonios que habían venido con ellos.
Pero el grupo de Fan Hai actuó como si no vieran la ira de Hu Han, todos caminaron hasta llegar ante Huang Xiaolong y se arrodillaron con el mayor respeto: “¡Saludamos al Joven Señor!”
¡¿Joven Señor?!
Hu Han y Su Meimei estaban estupefactos y furiosos al ver a Huang Xiaolong y al grupo de traidores de Fan Hai.
“Levántense.” Dijo Huang Xiaolong con indiferencia.
“¡Muchas gracias, Joven Señor!” Solo entonces se puso en pie Fan Hai y su grupo, retirándose a un lado.
Este Fan Hai había sido ‘dominado’ por Huang Xiaolong desde el principio; su informe, en el que había afirmado que no había otros expertos en la Secta Magos del Cielo, ¡había sido ordenado por Huang Xiaolong! Si no, ¿cómo hubiese podido saber que Huang Xiaolong había llegado a las Tierras Caóticas tan solo seis meses atrás?
Hu Han miró enfadado a Fan Hai, ¡cómo no podría entender que todo lo que este último le había informado era una acción deliberada para engañarle! Después de la muerte de Lin Shuang, Fan Hai era uno de sus confidentes más confiables, ¡pero él lo traicionó!
Fan Hai estaba a medio paso detrás de Huang Xiaolong, viendo los ojos feroces con los que Hu Han lo miraba, sabía que debía de desear destrozarlo, comer su carne y beber su sangre. Sin embargo, se mofó. “Hu Han, te aconsejo que te rindas sin resistencia, resistir sólo te haría sufrir.”
“¡Te mataré!” Hu Han se enfureció, una luz púrpura oscura surgió brillantemente de su cuerpo. Con movimientos rápidos como el rayo, alcanzó a Fan Hai en una fracción de segundo, con una palma destinada a atacar.
La palma salió disparada, silbando por el aire, emitiendo un extraño y estridente ruido. Al igual que Jiang Tianhua antes, al ver la traición de su propia gente, ninguno de los dos podía permanecer en calma durante mucho tiempo, solo había un deseo de matar a esos traidores. Pero su golpe de palma aún no había llegado cuando fue bloqueado por innumerables estatuas de Buda que emergieron del suelo.
Una estruendosa explosión resonó dentro del salón.
Hu Han sintió como una poderosa energía se precipitaba en su dirección. Al ser sorprendido con la guardia baja, se tambaleó varios pasos hacia atrás hasta que regresó a donde estaba parado antes. Buscó y se impresionó al descubrir que la persona que bloqueó su ataque en este momento no fue otra que aquel joven de cabello negro.
Su Meimei estaba conmocionado. Huang Xiaolong no sólo bloqueó la palma de mano de Hu Han, sino que incluso lo empujó hacia atrás.
Huang Xiaolong miró a Hu Han y a los cinco Ancianos de la Secta de los Nueve Demonios que estaban de pie a su lado, incluyendo a Su Meimei. “Ya es un hecho que la Ciudad del Demonio Negro está bajo mi control, si se someten a mí ahora, todavía no es demasiado tarde, puedo ahorrar sus vidas.”
“Esta oportunidad sólo se presenta una vez.” La voz de Huang Xiaolong flotó en el salón principal.
La vacilación apareció en el rostro de Su Meimei y los otros cuatro Ancianos, mientras que Hu Han revelaba una fea expresión.
“Estoy dispuesto a someterme, estoy dispuesto a someterme.” Pasó un breve momento cuando de repente uno de los Ancianos de la Secta de los Nueve Demonios habló. Cuando había un precedente, habría gente que seguía.
Hu Han estalló como un enfadado león con todos sus pelos de punta, soltando un retumbante rugido, sus puños golpearon en dirección a los dos Ancianos de la Secta de los Nueve Demonios. Nadie esperaba que él atacara tan repentinamente, antes de que los dos Ancianos pudieran reaccionar, murieron bajo sus puños. Sus cadáveres fueron arrojados al final del salón, cayendo al suelo. Su Meimei y los tres Ancianos restantes quedaron desconcertados.
Sin embargo, la acción de Hu Han puso ‘miedo’ dentro de ellos y, por un instante, los tres dudosos Ancianos no se atrevieron a declarar su sumisión hacia Huang Xiaolong.
Huang Xiaolong indicó a Chen Xiaotian, Geng Ken, Jiang Tianhua y a Cui Ming con sus ojos; entendiendo su intención, los cuatro salieron volando, rodeando a Hu Han en el centro.
En cuanto a Su Meimei, Huang Xiaolong no la atacó.
Su Meimei estaba de pie a un lado, la mirada de sus ojos se movió de un lado a otro mientras veía a Hu Han siendo asediado por Chen Xiaotian, Geng Ken, Jiang Tianhua y Cui Ming, obviamente tomando su decisión final.
Sin duda, Hu Han era fuerte en términos de batalla uno a uno. Pero ahora, estaba solo contra Chen Xiaotian, Geng Ken, Jiang Tianhua y Cui Ming, por lo que fue obligado a retroceder una y otra vez.
Fuertes fluctuaciones de qi de batalla llenaron el salón principal. Con cuatro personas trabajando juntas, Hu Han no tardó en caer en desventaja; en un momento de descuido, recibió toda la fuerza del Ojo del Manantial Amarillo de Jiang Tianhua. La sangre goteaba de cada parte de su cuerpo.
Después de golpear exitosamente a Hu Han con el Ojo del Manantial Amarillo, Jiang Tianhua repentinamente señaló con el dedo el vacío de arriba, bramando: “¡Dedo de la Tribulación del Diablo!»
Un agujero espacial fue rasgado en lo alto mientras un dedo gigante aplastaba hacia abajo en dirección a Hu Han.