¡Viendo a Huang Xiaolong acercarse más, un inexplicablemente escalofrío recorrió el corazón de Geng Ken!
“¡Sométete a mí, o muere!” Huang Xiaolong enfatizó cada palabra lentamente, dando tiempo para que se hundiese en los pensamientos de Geng Ken.
Una serie de emociones revolotearon en la cara de Geng Ken. ¡Por la forma en que Huang Xiaolong trató con los dos Ancianos de la Secta Magos del Cielo antes, sabía que en el instante en que agitara la cabeza, él lo exterminaría sin la menor vacilación!
¡Exterminado!
Cuando el pensamiento de la muerte apareció en la mente de Geng Ken, un nuevo miedo apareció en el centro de su corazón, extendiéndose.
¡Había vivido tanto tiempo, que el número de personas que murieron en sus manos no era menor de varios cientos de miles!
A veces, al ver a un enemigo luchar en sus últimos momentos de muerte, con miedo, dolor y falta de voluntad, su corazón sentía alegría y satisfacción. Pero ahora, cuando él mismo miraba a la muerte a los ojos, estaba paralizado por el miedo.
Huang Xiaolong vio la miríada de emociones que pasaban por la cara de Geng Ken en silencio, esperando indiferente a que la persona dijera su decisión.
En general, la gente como Geng Ken –ambicioso y codiciando poder, tenía más miedo a la muerte que cualquier otra persona.
Exactamente como se predijo, no le tomó mucho tiempo a Geng Ken rendirse: “De acuerdo, estoy dispuesto a rendirme a ti… estoy dispuesto a jurarte lealtad.”
Al escuchar la sumisión de Geng Ken, Du Xin y Deng Guangliang se sintieron muy aliviados.
La influencia de Geng Ken se extendía profundamente dentro de la Secta Magos del Cielo, y con su decisión de ponerse del lado de Huang Xiaolong, sería de gran ayuda para tomar el control de la secta.
Huang Xiaolong también se sintió aliviado en secreto. Si Geng Ken era demasiado testarudo para someterse, la única opción que le quedaba era ‘borrar’ cualquier variable y eso sería una pérdida en sus cálculos.
Después de todo, un Xiantian de Séptimo Orden seguía siendo muy importante para una fuerza como la Secta Magos del Cielo. Usando la Secta Magos del Cielo como trampolín, procedería a incorporar la Escuela de la Golondrina de Sangre, por lo tanto, Geng Ken valía más vivo que muerto.
“Bien. ahora, libera tu mar de alma, marcaré tu alma.” Dijo Huang Xiaolong.
“¿Qué, marca de alma?” Geng Ken se volvió pálido al oír eso.
La reacción de Geng Ken no fue diferente a la de Du Xin, Deng Guangliang y otros Ancianos de la Secta Magos del Cielo cuando escucharon la palabra ‘marca de alma’. En vez de eso, habría sido sospechoso si su reacción hubiera sido tranquila.
“Así es, una marca de alma.” Confirmó fríamente Huang Xiaolong.
¡Geng Ken miró asombrado al joven que estaba enfrente, este joven realmente conocía una técnica para marcar el alma!
¡Marcar el alma!
¡Repentinamente pensó en los rumores del Demonio de Sangre hace más de seiscientos años! Recordando algunos de los mitos relacionados con el Demonio de Sangre, Geng Ken estalló en sudor frío como si viera la historia sangrienta repitiéndose en una docena o cien años más, donde la sangre fluía a través de la tierra por todo el Mundo Espíritu Marcial.
Sin embargo, al final, liberó obedientemente su mar de alma. Si Huang Xiaolong se convertiría en un segundo Demonio de Sangre, Geng Ken no lo sabía y no le correspondía a él preocuparse por ello. En este momento, solo podía ceder y rendirse ante él.
Huang Xiaolong se relajó por completo después de marcar exitosamente el mar de alma de Geng Ken. Con éste último bajo su control, sólo quedaba Chen Xiaotian. Aunque era un experto Xiantian de la etapa tardía del Séptimo Orden, aun no podía levantar oleadas significativas por sí solo.
Se podría suponer que la situación había llegado a una conclusión.
Sin embargo, Huang Xiaolong procedió con cautela, instruyendo a Geng Ken para que regresara y vigilara a Chen Xiaotian y le informara inmediatamente si había algún comportamiento sospechoso.
Entendiendo la tarea de Huang Xiaolong, Geng Ken reconoció respetuosamente y abandonó la mansión. Antes de eso, Huang Xiaolong no se olvidó de darle una píldora espiritual de grado seis.
Huang Xiaolong se volteó entonces hacia Du Xin y Deng Guangliang, diciéndoles que tomaran nota de los movimientos de la Escuela de la Golondrina de Sangre y de la Secta de los Nueve Demonios. Cada vez que estas dos fuerzas realizaran alguna acción, debían informarle inmediatamente.
Respondiendo afirmativamente al unísono, los dos se retiraron del salón.
Cuando ambos se fueron, Huang Xiaolong inició el Divino Monte Xumi, entrando en el templo interior. Allí, se tragó una gota de Elixir de Buda Geocéntrico y la cultivó para restaurar su fuerza espiritual gastada.
Diez días después, su fuerza espiritual fue completamente restaurada. No sólo eso, cada vez que agotaba su fuerza espiritual, su fuerza aumentaba significativamente cuando meditaba para restaurarla. Aun así, no tenía prisa por salir del Templo del Monte Xumi, continuando con su práctica.
Su fuerza actual estaba en el pico de la etapa intermedia del Sexto Orden, infinitamente cerca de irrumpir en la etapa tardía. Una vez que rompiese, luchar contra Chen Xiaotian sería menos agotador.
A pesar de todo, Huang Xiaolong no tenía prisa. Tenía la sensación de que en el plazo de un mes podría lograr el resultado deseado, irrumpiendo en la etapa tardía del Sexto Orden Xiantian.
Así, recluido dentro del Divino Monte Xumi, Huang Xiaolong comenzó a practicar el Arte del Divino Xumi, las Tácticas de Asura y las Escrituras Sagradas del Cuerpo Metamórfico.
Permaneció en el centro de la Formación de los Diez Budas. Reiteradamente practicó el Arte del Divino Xumi. Energía vigorosa recorría su cuerpo mientras circulaba simultáneamente las Tácticas de Asura y el Escrituras Sagradas del Cuerpo Metamórfico.
El poder exudado por los dragones gemelos se volvió aún más condensado y potente.
La energía espiritual del Budismo, la energía espiritual del inframundo, el qi del dragón verdadero y la energía espiritual del mundo descendían como una ráfaga al cuerpo de Huang Xiaolong.
Huu~~!
Mientras Huang Xiaolong inhalaba y exhalaba, el flujo de aire a su alrededor ondulaba al ritmo de su respiración. Con cada respiración, podía sentir claramente los poros de su piel actuando como remolinos que succionaban todo lo que había entre el cielo y la tierra.
Pasaron los días.
Mientras Huang Xiaolong se recluía en la práctica dentro del Templo Xumi, dentro de las paredes del gran salón de la Secta Magos del Cielo, un alto y fornido Chen Xiaotian escudriñaba a Gao Qing y a Wu Honggang con ardiente frialdad.
Un silencio sofocante llenaba el deprimente salón.
Tanto Gao Qing como Wu Honggang estaban ante Chen Xiaotian, sin atreverse a respirar.
“Hablen, ¿adónde se fue su tercer Hermano Mayor?” Ladró Chen Xiaotian: “¡No se atrevan a decir que su tercer Hermano Mayor salió a una misión!”
Gao Qing y Qu Honggang bajaron la cabeza y se arrodillaron, asustados y nerviosos.
“¡Hablen!” Chen Xiaotian los arrinconó.
Los dos temblaban visiblemente.
“Respondiendo al Maestro, la verdad es que el tercer Hermano Mayor no se fue en una misión.” En ese momento, Gao Qing dijo: “¡Tercer Hermano Mayor, ya está muerto!”
“¡¿Qué has dicho?!” Chen Xiaotian se puso en pie, un furioso impulso surgió de él como una inundación repentina.
“¡Yo, yo no estoy mintiendo Maestro, el tercer Hermano Mayor está muerto! ¡Fue el Diputado de la Escuela de la Golondrina de Sangre, Cui Ming, quien mató al tercer Hermano Mayor!” Wu Honggang interrumpió.
“¡Cui Ming de la Escuela de la Golondrina de Sangre!” Una luz viciosa resplandecía ferozmente en los ojos de Chen Xiaotian: “¡Escúpelo! ¡Qué pasó exactamente!”
De hecho, esto fue algo preparado por Huang Xiaolong. Al principio había instruido tanto a Gao Qing como a Wu Honggang que, si un día Chen Xiaotian sospechaba de la muerte de Lin Yu, entonces debían acusar al Diputado de la Escuela de la Golondrina de Sangre, Cui Ming.
Por lo tanto, ambos actuaron según las instrucciones de Huang Xiaolong, explicando la ‘verdad’ de la situación en detalle a Chen Xiaotian.
Escuchando lo que dijeron sus dos discípulos, una luz parpadeaba en los ojos de Chen Xiaotian, cambiando indecisamente, como si no pudiera determinar los hechos. “Investigaré este asunto, pero si descubro que ambos me mintieron, ¡hmph!”
Gao Qing y Wu Honggang se inclinaron rápidamente, afirmando vehementemente que no se atreverían a mentirle.
“Pero, como ya sabían desde el principio que su tercer hermano fue asesinado por el Diputado de la Escuela de la Golondrina de Sangre, Cui Ming, ¿por qué no informaron antes?” El temperamento de Chen Xiaotian estalló repentinamente, haciendo que tanto Gao Qing como Wu Honggang volaran con un movimiento de su mano. “¡Vayan a recibir su castigo en el Salón Disciplinario!”
Los dos huyeron del salón con pánico después de saludar a Chen Xiaotian.
Muy pronto, Huang Xiaolong recibió noticias de este asunto.
“¿Chen Xiaotian, ese viejo, está empezando a sospechar?” Una expresión alegre apareció en la cara de Huang Xiaolong.
“Joven Señor, ¿nosotros…?” Du Xin se aventuró con cuidado.